INSTITUTO DE INDOLOGÍA

EL CHACAL AZUL

Vishnu Sharman

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Había una vez un chacal, llamado Chandarava, que vivía en un bosque, alimentándose con gran dificultad de los restos de comida de otros animales. En una ocasión, en que llevaba ya varios días sin probar bocado, decidió aventurarse hasta cerca de una aldea para buscar comida.

Cuando llegó a las afueras de la aldea, varios perros que había por allí comenzaron a perseguirle. El chacal huyó asustado y, para despistar a los perros, entró corriendo en el patio de un tintorero y cayó de bruces en una tina de tinte índigo, que estaba allí preparada para teñir unas telas.

Cuando salió de la tina todo su cuerpo estaba azul, por lo que los perros no pudieron reconocerle y se alejaron, despavoridos.

El chacal decidió volver al bosque. Al llegar allí se dio cuenta de que los otros animales también se asustaban ante su presencia, por no haber visto nunca a un ser de tal color. Ello se debía a que el azul es el tono con el que se representa a los dioses y que simboliza su carácter superior. Chandarava pensó en obtener provecho de esta circunstancia y se dirigió en voz alta a todas las bestias:

– ¡No corráis! –les dijo–. ¡No os asustéis de mi color divino! ¡Acercaos!

Los animales lo hicieron. Acto seguido le preguntaron:

– ¿Quién eres, oh, misteriosa criatura? Queremos saber el significado de lo que estamos contemplando.

– El mismísimo dios Brahma, de cuatro cabezas y sabiduría y poder infinitos, rey de los tres mundos, me ha coronado como vuestro nuevo rey. De hoy en adelante, por voluntad divina, yo seré vuestro regente. Venid junto a mí. Yo os protegeré a todos.

– ¿Eres en verdad divino? –quisieron saber los habitantes del bosque.

– ¡Por supuesto –respondió Chandarava–. ¿No veis acaso mi color?

A partir de ese momento los animales se dedicaron a cuidar y adorar a su nuevo dios. El chacal nombró sus ministros al tigre, al león y al lobo, mandando desterrar a los chacales, para evitar ser reconocido por sus familiares. En su nuevo reino se encontraba como en un paraíso. No tenía que preocuparse de la comida, que le era servida con agasajo. Mandaba y hasta sus menores deseos se cumplían. Todos le obedecían ciegamente por respeto a su condición de dios.

Pero una noche la manada de chacales, que ahora vivía alejada de allí, comenzó a aullar, cuando estaba el bosque completamente tranquilo.

Chandarava se encontraba durmiendo cuando el lejano aullido de los chacales llegó a sus oídos. Escuchándolo en sueños y sin poder resistirse a su naturaleza, el chacal azul empezó a aullar con sus hermanos. Por ello fue inmediatamente reconocido por el tigre, su ministro, como un animal corriente. Cuando despertó, Chandarava se halló rodeado de cientos de animales airados. Dándose cuenta del peligro intentó huir de sus engañados súbditos; pero, ¿quién puede escapar de las garras de un tigre?

(Del Panchatrantra)

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